domingo, 22 de noviembre de 2009

84 años de la hora más gloriosa



El 25 de Noviembre de 1925, y luego de dos finales consecutivas perdidas en los años anteriores, Talleres, la humilde institución de Remedios de Escalada, conseguía el máximo logro deportivo en su centenaria historia.


En un estadio de San Lorenzo repleto de público entusiasta, vencía 1 a 0 a San Telmo, y obtenía el derecho de actuar en la primera categoría.


La campaña había sido EXCEPCIONAL: 18 partidos jugados, 14 partidos ganados, 4 empates, INVICTOS, con 32 puntos.
29 goles a favor, y sólo 4 en contra.


Un equipo joven, ambicioso y ganador( entre sus integrantes se destacaban José Ravizza, Olegario Viegas, Enrique Serramía y Carlos González, y el veterano Juan Nelusco Perinetti, ex internacional, fundador de Talleres y capitán de aquél team) le otorgaba una inmensa alegría a la parcialidad albirroja.
El presidente de la institución, era Lorenzo Lainatti.

En esa tarde noche de bañada de gloria, los hinchas del tallarín se transladaron en gran número hasta el viejo gasómetro y celebraron la vuelta olímpica del campeón en el barrio de Boedo, para luego retornar en caravana al barrio de Escalada, llegando hasta el viejo bar Asprea, donde prosiguieron los festejos que culminaron en la vieja casilla ( iluminada para la ocasión) de la cancha de Talleres.


Nuesto más sincero homenaje para todos los héroes de aquella jornada histórica.
Luis Devoto; Carlos Pedroni y José Ravizza; Olegario Viegas, José Moneta y Enrique Serramía; Ricardo García Bianchi, Adolfo López, Carlos González, Diego Artigas y Juan Nelusco Perinetti (Capitán)


El momento del gol

Artigas en posesión de la pelota corrió breve trecho con ella y obstaculizado por Power, la cedió a Perinetti quien avanzó hasta la línea de toque y la envió al centro; Carlos Gonzalez, alcanzó a interceptarla y sin pérdida de tiempo shoteó rectamente al arco de San Telmo, restando posibilidad de reacción al arquero Romero. Gol de Talleres, 1 a 0 .El entusiasmo de los favoritos de Talleres no tuvo límites y las aclamaciones al cuadro se sintieron, cuando el referee Guassone, dejó oír su silbato poniendo termino a la lucha los partidarios de Talleres invadieron la cancha en afán de congratular a los componentes de su equipo que habían logrado el ansiado ascenso a la categoría superior.

La palabra de un protagonista

Veinte años después, en un reportaje que le concedió a la revista TALLERES, SIEMPRE ADELANTE, Enrique “El Gaucho” Serramia, baluarte defensivo del albirrojo de aquellos años gloriosos, resaltaba “...Fuimos a tres finales; Las dos primeras las perdimos por el mínimo score, dando por tierra nuestras ilusiones. Francamente nos sentíamos amargados y casi descorazonados, pero, a pesar de estos malos antecedentes, llegamos a la tercer final, sabiendo que era la última tabla de salvación de nuestra esperanza, así, poseídos de una fe inquebrantable y seguros del poderío del equipo, llegó la justicia, lo que habíamos adquirido por derecho: El ascenso de mi querido Talleres a primera división...”.



Muchas gracias a Diego Mochetti, que nos cedió la imagen que ilustra esta nota.


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