jueves, 13 de enero de 2011

Carta de un socio


Hace algún tiempo, nos acercaron esta nota escrita de puño y letra por el socio vitalicio Antonio Marcantonio.
El sentimiento por Talleres está sintetizado en unas pocas palabras: alegrías, tristezas, recuerdos, pero por sobre todas las cosas, una pasión que nos acompaña desde pequeños.
Un verso de una de las canciones que se escuchan por Timote y Castro dice "las cosas que yo hice por vos, no las hice por nadie mas...". Compartimos las palabras del socio:


Yo cuando vine a vivir a Escalada tenía 9 años, mi viejo era ferroviario, y veníamos de Bahía Blanca, empecé a querer a Talleres, a ir a la cancha con mi hermano Rafael, cierro los ojos y empiezo a recordar todo lo que viví con mi querido Talleres. Imagínense ustedes, yo tengo 77 años, si tendré cosas para contar.

Cuando jugaba Palín Catenazzi, ese día en el arco contrario atajaba el arquero Miguel Rugilo, que luego fue a la selección y en ese momento era arquero de Vélez, habrá una cosa, Palín nunca había errado penales, pero ese día se lo atajó Rugilo, siguió el partido: otro penal, y Rugilo se lo volvió a atajar. Pero para nosotros los hinchas de Talleres igual era un maestro. Otros jugadores que pasan por mi memoria…son muchos, no alcanzarían las horas para nombrarlos a todos: Facio, Harguindeguy, Fernández, Darío Díaz, Montes, Escubilla, Paolazzi, Pietracone , Bruzzio…en fin muchísimos jugadores que nos alegraron a nosotros que éramos pibes, y pasan los años y seguimos al rojo.

Me acuerdo que jugamos en la cancha de San Lorenzo, ese día jugamos con Comunicaciones, estaba todo el pueblo de Escalada, ¿saben quien estaba? Monseñor Casanova de nuestra iglesia, ese día perdimos el campeonato y volvimos todos tristes, y más de uno llorando.

Pero después vinieron otras alegrías. El campeonato en la cancha de Arsenal: ahí salimos campeones, volvimos a nuestro querido club a festejar, algunos se tiraban a la pileta, que luego el presidente de nuestro club –con criterio- hizo vaciar.

Otro recuerdo hermoso, la cancha de Huracán, nuestro arquero Quiroga, otro maestro. El fútbol de Talleres, alegra mi vida, la de mis hermanos y sobrinos, ahora van los sobrinos-nietos, sigue yendo mi hermano Juan, vitalicio 154, mi hermano Rafael vitalicio, mi sobrino Eduardo, mi cuñado Emilio vitalicio, que desde atrás del arco de Timote, lugar que el eligió están sus cenizas, y desde el cielo festejará los goles de su querido Talleres.

Antonio Marcantonio

Socio 850 vitalicio, desde 1982.

1 comentario:

dialectica dijo...

Compartir vivencias y recuerdos también es hacer historia. Y la historia de un grande como Talleres merece ser conocida por todos. Gracias por hacernos parte!
dialectica