sábado, 30 de marzo de 2013

Por primera vez tendrá Talleres una sede en el centro de la ciudad


En la noche del viernes 22 de marzo de 2013 , Talleres celebró  una histórica jornada: los asociados de Talleres reunidos en la asamblea extraordinaria en el Salón Castillo, aprobaron la propuesta de la comisión directiva de manera unánime. La misma implica  el traslado de tenis al predio y la construcción de una cancha de medidas oficiales en el sector que actualmente ocupa el tenis.


No vamos a extendernos acerca de la asamblea que aprobó el proyecto: pero si queremos compartir con los simpatizantes y socios de Talleres, y público en general, que con la construcción de una sede social, se cumple un viejo anhelo de algunos dirigentes visionarios, que a fines de la década del 30’, proyectaron la grandeza institucional del club con la idea de poseer una sede social en el centro de la ciudad. Lamentablemente, no pudieron llevar ese proyecto adelante, y finalmente, los socios de Talleres, reunidos en Asamblea Extraordinaria el 24 de enero de 1941, no aprobaron el proyecto.

 
Compartimos entonces una introducción para contextualizar el sentido del proyecto, y una declaración de la C.D. de entonces, respecto a la negativa que tuvieron de parte de los asociados

"El fútbol profesional exigía para Talleres en los años en que militaba en la máxima categoría, un esfuerzo casi imposible de recursos, ya sean humanos, económicos y materiales. Las distintas comisiones directivas, debían constituir equipos que conformaran a los socios y simpatizantes de Talleres y procuraban además buscar un equilibrio económico que era casi imposible, teniendo en cuenta las erogaciones que significaban mantener un plantel competitivo y las recaudaciones obtenidas, que no alcanzaban a cubrir los gastos que demandaba el fútbol( situación que se profundizó con suma gravedad al descender a segunda) , sumado a incidentes que propiciaban algunos socios e hinchas de Talleres, clausura de estadio inclusive y arbitrajes parciales a favor de los equipos mas poderosos .

El ejercicio de 1937, año en que se pusieron en práctica el sistema de ascensos y descensos, significó para el fútbol profesional de Talleres una pérdida de 20.000 $, siendo además el año en que el Club terminó de pagar y escrituró las dos hectáreas que hoy ocupan el campo de deportes. Una muestra cabal del esfuerzo humano y económico que implicaba conducir los destinos del club.

Con el objetivo de sustentar el crecimiento del club sobre bases sólidas, ya que los avatares de la marcha del fútbol siempre fueron poco predecibles, los dirigentes que sucedieron a Gandolfo, encabezados por Francisco Agnelli, tuvieron desde 1938 la visión de construir sobre nuevos terrenos nuevas dependencias del club, para dotarlo de un carácter social y deportivo más abarcativo. Desde 1939 se gestó ante la empresa del Ferrocarril del Sud, la obtención de los terrenos ubicados sobre la actual Avenida Yrigoyen al 6.000, pero tras un largo proceso, la respuesta fue negativa.
Guiada por el propósito de ampliar el abanico de oferta de actividades, sumado a la posibilidad de construir la sede social en una zona mas céntrica, la dirigencia de Talleres realizó tratativas con el propietario de la casa “La Carolina” ubicada en la calle Del Valle Iberlucea y con las autoridades de la Sociedad Italiana en el mismo sentido. Ante las negativas y caídas las dos posibilidades, Talleres debió entonces proyectar el engrandecimiento de la institución en su campo de deportes. En ese sentido, fue diseñando un anteproyecto de obras, que fue presentado a la Asamblea realizada el 24 de enero de 1941."


La asamblea de Talleres  realizó diversas modificaciones al proyecto original, y sólo autorizó la realización de obras dentro del campo de deportes de Timote y Manuel Castro: en diciembre de 1943 finalmente se inauguraría el natatorio olímpico “Juan Nelusco Perinetti”. Esta fue la declaración del por entonces presidente albirrojo, el doctor Arturo Melo (h) a la que adhirió toda la Comisión Directiva:

“El proyecto buscaba que además de obras deportivas se realicen las de carácter social y cultural, para el futuro engrandecimiento del club. La Asamblea autorizó las de carácter deportivo solamente y aconsejó para su financiación un empréstito de hasta 70.000 $ sobre hipoteca del campo de deportes. Esta comisión directiva, cree que al mutilarse el plan original puede crearse una situación financiera difícil para el club, pues continuará dispersa la masa de asociados y la realización por partes en un paraje relativamente alejado del pueblo, puede llegar a no cumplir el propósito de la Comisión Directiva, que era reunir un fuerte número de asociados permanentes.” 

“Por eso la Comisión Directiva sugiere, que  debe tratarse de aplicar las obras como lo estableció la Asamblea sin hipotecarse el patrimonio social y puede pasar que: 1) se consiga más de la mitad 2) si la cantidad de dinero es grande, debe tratarse la hipoteca del saldo con capital del pueblo 3) si la cantidad es mínima debe pensarse que es falta de interés, o falta de confianza en la Comisión Directiva 4) y si se produce esto último, la Comisión Directiva no puede continuar dirigiendo los destinos de la institución, pues una hipoteca sobre la cantidad total del patrimonio del club, crearía una responsabilidad enorme sin la certeza de cumplir este nuevo compromiso y los adquiridos en años anteriores, que en definitiva fueron los que obligaron a presentar este plan a la Asamblea.”


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